Cosas que no deberían cabrearme (parte 6): la codicia, los que no educan a sus hijos o perros… y lo de los pedos

Muchos sabios han sabido ver la esencia de la inocencia infantil. Seguro que les suena eso de que si no nos hacemos como niños, no entraremos en el cielo (cfr. Mateo 18:3). La candidez de un pequeñajo nos puede enseñar más que muchos sabios. Luego crecen y se creen que lo saben todo. Y no… Leer más Cosas que no deberían cabrearme (parte 6): la codicia, los que no educan a sus hijos o perros… y lo de los pedos

Cosas que no deberían cabrearme (parte 5): llamadas spam, plástico, series, fútbol, violencia de género y joyas

A veces, nos gusta tener ciertas cosas aunque nos revienten la vida. Es como si pensáramos: «Sí, vale, soy un infeliz y un amargado, pero tengo esto. Miradlo». Por ejemplo… eso que estás pensando. Y también el teléfono móvil. ¿Te puede salvar la vida? Sí, pero ¿a cuántos conoces que les haya salvado la vida?… Leer más Cosas que no deberían cabrearme (parte 5): llamadas spam, plástico, series, fútbol, violencia de género y joyas

Cosas que no deberían cabrearme (parte 1): ruidos, ordenadores y mucho más

Hay cosas que me desquician. No las soporto. No puedo con ellas. En cambio, mis conciudadanos viven tan felices. ¿Quién está perdiendo la cabeza? Pondré algunos ejemplos para que podáis opinar si estoy loco o, más bien, demasiado cuerdo. Malditos ruidos ¿Soy el único que se enfada por el endiablado ruido de las motos? Esas… Leer más Cosas que no deberían cabrearme (parte 1): ruidos, ordenadores y mucho más