Solo oro

Una persona muy cercana a mí se lamentaba de su mala situación económica. Pongamos, por ejemplo, que se llamaba Calígula, por sus aires de emperador prepotente: —¡Qué mala suerte la mía! —exclamaba—. He intentado ahorrar durante años y no lo he conseguido. Me han denegado un aumento de sueldo. Y mi esposa no quiere vender… Leer más Solo oro

Lana muerta

Manuel Ángel y Angustias son un matrimonio amigo. Nos conocemos desde hace años. Cuando coincidimos, nos encanta ponernos al día de nuestras cotidianas vidas. Un día, Angustias me contó su pasión por las manualidades de lana: colchas, rebecas, toquillas, jerseys, bufandas… Yo no conocía esa faceta suya y, en confianza, me atreví a comentarle algunas… Leer más Lana muerta

Cosas que no deberían cabrearme (parte 7): zapatos, limpieza, publicidad, médicos y adolescentes

Aunque lo parezca, no me paso el día enfadado. De vez en cuando río o sonrío, me apetezca o no. Da igual. Me lo receto como una medicina barata contra la depresión. También ando descalzo cuando puedo, para sentir más realismo allá abajo, para estar más conectado con la Tierra y con la tierra. Descubrí… Leer más Cosas que no deberían cabrearme (parte 7): zapatos, limpieza, publicidad, médicos y adolescentes

El ombú

Juan Manuel tenía un problema que no le dejaba dormir. No vino a mí buscando ayuda. Simplemente, me lo comentó enfriándose las manos con su jarra de cerveza sin alcohol. En verano, le ardían las manos tras cada partido. A veces, hasta se pedía un vaso de hielo solo para sus manos. Algún cubito acababa… Leer más El ombú

Cosas que no deberían cabrearme (parte 6): la codicia, los que no educan a sus hijos o perros… y lo de los pedos

Muchos sabios han sabido ver la esencia de la inocencia infantil. Seguro que les suena eso de que si no nos hacemos como niños, no entraremos en el cielo (cfr. Mateo 18:3). La candidez de un pequeñajo nos puede enseñar más que muchos sabios. Luego crecen y se creen que lo saben todo. Y no… Leer más Cosas que no deberían cabrearme (parte 6): la codicia, los que no educan a sus hijos o perros… y lo de los pedos